Yo nací en una ciudad eminentemente indígena, lo cual me enorgullece enormemente. Crecí en medio de calles en que estábamos mezclados los huincas y los mapuches, todos conviviendo en armonía.
Mis poderes los tomé de una machi que murió al momento que yo nacía, por lo mismo, es que me apena mucho lo que está ocurriendo con las comunidades mapuches en el sur, más aún, cuando fui testigo que hace muchos años, como los engañaban para quedarse con sus tierras.
En aquellos años, para nadie era un misterio que había Notarios que se prestaban para el abuso y el robo que se cometía contra los mapuches. Testigos falsos se prestaban para consumar el despojo. En una hoja cualquiera
Por lo mismo, cuando veo las informaciones provenientes del sur, no me queda más que pensar en cuanta razón tienen muchas familias al reclamar lo propio. No veo terrorismo, veo la impotencia por recuperar lo que ancestralmente fue de ellos. Tierras, bosques, ríos y todo lo que allí exista perteneció a esa raza que no se doblegó ante el invasor español y que hoy tratan como a un animal.