17 octubre 2009

Desde ahora sólo atenderé personalmente en alguna de mis consultas

Desde hace un tiempo he podido experimentar muchas transformaciones en la forma de comunicarme con el público que necesita de una ayuda. Desde mis inicios, la radio y el diario eran los únicos medios a través de los cuales podía tomar contacto con la gente.

Posteriormente el teléfono celular fue una importante ayuda en lograr el mismo objetivo, los mensajes de texto comenzaron a abundar en mi teléfono en busca de respuestas y consejos, los que siempre he entregado en forma desinteresada a quien los solicite.

Pero en el último tiempo los medios se han multiplicado, a los mensajes de texto se le han sumado el e-mail, msn, sitios web, fotolog y, recientemente, facebook. Muchas formas de comunicarnos y por ende, muchas formas de solicitar ayuda, colaboración y respuestas a los problemas.

Todos los medios son un importante apoyo a mi labor, pero debo confesar que facebook me ha traído una serie de complicaciones que no estaba preparada para enfrentar.

¿Qué ha ocurrido con ese medio? Lo que nadie imaginó, que los usuarios se multiplicaran infinitamente y los amigos se fueran sumando de una manera increíble. Ahora no son cientos los amigos, sino que estos suman por miles.

EL crecimiento en el número de amigos de facebook ha traído consigo que muchas personas consulten directamente por medio de él. Al comienzo no tuve inconvenientes en responder una o dos consultas a la semana. Pero la situación cambió radicalmente a partir de este año, en el que me llegan cientos de preguntas diarias a las que no puedo responder por falta de tiempo.

Además de lo anterior, los amigos de facebook exigen que se les solucionen los problemas mediante esa vía, lo cual dejé de hacer desde hace unas semanas, ya que mi trabajo es cara a cara con quien lo necesita, no puedo dar una solución mediante tres o cuatro líneas, desde ahora quien desee consultar, deberá hacerlo en forma personal en algunas de mis consultas pagando el valor de esta.

Siento mucho decir lo que les he dicho, pero es mi trabajo y debo velar por él.