Estimada Sra. Yolanda Sultana:
Por medio de este mail deseo agradecer todo lo que ha hecho por mi. Soy un minero de El Teniente, saqué un seguro para que mi familia estuviera a resguardo y no tuviera problemas a la hora que me pudiera pasar algo malo y mi mujer en vez de alegrarse se molestó conmigo. No le interesaba nada de lo que yo hiciera. Pero ahí estaba Ud. Esperándome para aconsejarme y decirme qué debía hacer. Hoy soy otra persona, un hombre con los pantalones bien firmes.
Mi mujer sigue igual pero ya no me hago problemas. Ella aún no quiere reconocer que la saqué de un prostíbulo aquí en Rancagua y la vestí como a una reina. Así me ha pagado. Pero Ud. me hizo ver la vida de otra manera.
Por medio de este mail deseo agradecer todo lo que ha hecho por mi. Soy un minero de El Teniente, saqué un seguro para que mi familia estuviera a resguardo y no tuviera problemas a la hora que me pudiera pasar algo malo y mi mujer en vez de alegrarse se molestó conmigo. No le interesaba nada de lo que yo hiciera. Pero ahí estaba Ud. Esperándome para aconsejarme y decirme qué debía hacer. Hoy soy otra persona, un hombre con los pantalones bien firmes.
Mi mujer sigue igual pero ya no me hago problemas. Ella aún no quiere reconocer que la saqué de un prostíbulo aquí en Rancagua y la vestí como a una reina. Así me ha pagado. Pero Ud. me hizo ver la vida de otra manera.
Un abrazo y gracias por ayudarme.
atte. Luis Salvador Pérez