31 julio 2009

Muchas gracias amigos y amigas de la Villa Japón del cerro Los Placeres


Quiero enviar un cariñoso saludo a mi amigo Eduardo Frei Ruíz-Tagle, con quien compartí en una actividad desarrollada en la Villa Japón, en el cerro Los Placeres, en Valparaíso.


Hasta ese lugar – la sede de la Junta de Vecinos de la villa – llegué para saludar al amigo senador, ex Presidente de la República y candidato a un nuevo periodo. En ese lugar compartí momentos muy gratos, tanto con don Eduardo, como con los vecinos de la villa, quienes me acogieron con mucho cariño y me integraron a la actividad como una persona más del barrio.


También tuve la oportunidad de compartir con el ex alcalde de Valparaíso, Hernán Pinto, quien gentilmente me llevó un cartón de bingo para probar suerte en la jornada. También conocí y compartí con el también ex alcalde de Valparaíso y hoy candidato a diputado por esa ciudad, Aldo Cornejo. Muy gentil, un caballero por donde se le mire. Conversó conmigo, se preocupó que estuviera cómoda y expresó elogiosas palabras hacia mi persona cuando me despedí de él.


Otro candidato que se encontraba en la sede, era el ex ministro Ricardo Lagos Weber, quien se sorprendió al verme llegar y no dudó en decirme que le mandara buenas vibras en su carrera al senado, el que además solicitó a su fotógrafo que me tomara una foto con él para su campaña, según dijo a los presentes.


Con don Eduardo Frei compartimos algunos minutos, me expresó que estaba muy contento por el recibimiento de la gente y que estaba tranquilo por lo que vendría, también solicitó que nos fotografiáramos, lo que aprovechó la prensa porteña para inmortalizar el momento.


Finalmente quiero enviar un caluroso saludo a un amigo a la distancia que se preocupó en todo momento que no faltara a la cita, él es Wenceslao Cortés, destacado formador de Valparaíso, quien trabaja codo a codo con Hernán Pinto y Aldo Cornejo, además de ser panelista en la radio Colo Colo de Valparaíso, él hizo posible que yo estuviera con mis amigos porteños.


Saludos también al padre de Wenceslao, del mismo nombre, quien se desvivió por atenderme en la Villa Japón, en resumen, una gratísima jornada de reencuentro con mis amigos en el cerro Los Placeres.